El etiquetado en IML o mejor conocido como (In Mold Labeling) es un método novedoso en los últimos años y que esta tomando bastante fuerza, este consiste en colocar una etiqueta de polipropileno previamente en un molde, posterior se vierte un fundido de plástico que se adapta a la forma del molde y se mezcla con la etiqueta.
Estas etiquetas suelen producirse por medio de flexografía e impresión digital como las etiquetas autoadhesivas. Estas etiquetas se someten a acabados y terminados para embellecerlas y protegerlas a los factores que pueden estar expuestas. Las ventajas de las IML es precisamente que están integradas, no se despegan ni se rayan, esto ahorra costos y también embellece al envase sin la necesidad de agregarle acabados.
El proceso IML no solo añade beneficios estéticos, sino ecológicos, ahorro en materiales y tiempo, incluido la adaptabilidad de los envases, todo depende de las necesidades del producto y creatividad que vaya a tener el envase. Emplear estos procesos tienen diferentes formas de aplicarse, de los cuales les vamos a explicar a continuación:
Soplado: Este proceso consiste en una “tripa de plástico” que desciende por un tubo hacia el molde, la etiqueta se encuentra previamente colocada en el molde, precisamente donde se quiera que la etiqueta se adhiriera al envase. La tripa es cortada cuando todo está en posición y el molde se cierra, posteriormente un tubo desciende por la boquilla de la “Tripa de Plástico” expulsando aire para darle forma al plástico caliente, esto se logra gracias a que ese se encuentra en una alta temperatura, contamos el proceso a detalle, pero este proceso no suele demorar mucho, por eso su efectividad en el tiempo.
Inyección: Esta técnica consiste en una aplicación del sustrato fundido, de igual forma la etiqueta es previamente colocada en el molde, la diferencia radica en su aplicación, después de colocada la etiqueta, el molde se sella y posteriormente, este tiene un orificio por el que pasa el sustrato que toma forma el envase y la etiqueta se funde con el plástico, el molde se abre y se libera el envase.
Termoformado: Este método es el único que se diferencia de los otros, dado que no usa una manga plástica sino una placa que se posiciona encima del molde, este puede tener dos formas, uno posee una forma pronunciada u otro con una cavidad, la placa se calienta a una temperatura optima sino pasa eso se puede fundir, una vez calentada se coloca en el molde para que tome la forma y se convierta así en un envase.
Como dato curioso, estos métodos son claramente diferenciables, a pesar de ser un mismo proceso se puede saber que método se usó para fabricar el envase, solo basta con observar la base de los recipientes, por soplado estos envases tienen una línea por el corte claramente observable, por inyección es por una protuberancia o un punto que sobresale en la base, esto se debe a que cuando se inyecta deja un sobrante del sustrato que es cortado, por último, en termoformado no existe una línea o un punto, puesto que es una placa que se pone directamente y no es cortada por nada no deja ningún rastro, presentando este método los invitamos a conocer y probar este proceso para sus productos.